Creo que de una forma u otra, todos los niños acusan la llegada de un hermano o hermana, al menos, al principio. Aunque se puede trabajar el asunto desde el embarazo, es difícil predecir cómo se comportará el hermano mayor cuando lo sea, cómo recibirá al bebé y cuál será su comportamiento.
En nuestro caso, durante el embarazo, intentamos informar al Renacuajo sobre todo de qué iba a pasar, contándole que dentro de la tripa de mamá había un bebé que no iba a estar siempre allí dentro; que un día, mamá se iría al hospital y volvería con un bebé pequeñito que se quedaría para siempre. Dependiendo de la edad del mayor, supongo que los trucos y estrategias irán cambiando, pero en nuestro caso, con casi 2 años y medio, no estábamos 100% seguros de si lo entendía realmente o no. Cuando llegó Ranita, nos dimos cuenta de que Renacuajo lo había entendido perfectamente, sabía que yo había ido al hospital y que ya no había tripa, sino un bebé que se iba a quedar en casa. Nunca nos pidió que lo devolviéramos (que lo he oído en otros casos) ni concibe su vida desde el primer día sin su hermanita, pero de ahí a un amor incondicional y sin celos, hay un trecho.
La relación entre mis hijos creo que es bastante buena. Ranita adora a Renacuajo. Cualquier cosa que le haga o diga le hace soltar una carcajada de oreja a oreja. Consigue hacerla dejar de llorar y es su segunda persona preferida (una mamá lactante es mucha mamá a estas alturas!!! ;p). Y como ella no ha conocido otra vida sin hermano, supongo que le será más fácil en el futuro, aunque tampoco puedo predecir si tendrá celos de Renacuajo o no. Respecto a Renacuajo, también quiere mucho a Ranita, siempre pregunta por ella y la echa de menos cuando no está, pero cuando está, tampoco le suele hacer mucho caso. A ratos, quiere cogerla (con el consiguiente peligro) o que haga cosas con él, pero en general, la encuentra un poco aburrida! Lo que está haciendo últimamente es decir que la hermana quiere hacer ciertas cosas porque él quiere que las haga. Por ejemplo: "Mamá, la hermanita quiere sentarse aquí con yo." o "La hermana quiere saltar en los charcos de barro de Peppa Pig" (es decir, en su cama).
Conmigo, no muestra demasiados celos, no me pide cosas que sabe que no puedo hacer cuando estoy con Ranita (como por ejemplo, cogerlo en brazos), no pide que deje a la hermana para prestarle atención a él ni se enfada si le digo alguna vez que no puedo porque estoy con ella. Sin embargo, hay ciertas personas que son para él, y no las comparte. Creo que asume que su mamá tiene que estar con el bebé, pero el resto, ¡no! Por ejemplo, no le gusta nada que la cojan las abuelas, cuando la cogen, se busca la forma de llamar la atención: "Agüelaaaa, yo estoy aquíiiii, Agüelita, te mienes a jubar a mi cuarto con yo? Un poquito por favor??
En general. creo que mi Renacuajete está gestionando muy bien la llegada de la hermana. Me encanta ver cómo interaccionan y que se quieren. De todas formas, ya me han advertido de que no puedo cantar victoria todavía, que a veces, los celos surgen más adelante, cuando el bebé empieza a hacer más cosas y a reclamar más atención, así que seguiré pendiente!
Y vosotras, cómo gestionáis la relación entre vuestros hijos? ¿Se tienen celos? Y a las que aún tenéis solo uno, ¿cómo imagináis la llegada del segundo? ¿Tenéis pensadas algunas estrategias para hacer el tema más llevadero?