jueves, 29 de septiembre de 2016

Porteando que es gerundio

Pues sí, es más que oficial. Ranita aborrece el carro. Así, sin más rodeos ni paños calientes. La escena suele ser la siguiente: visto y arreglo a Renacuajo y a Ranita, monos monísimos. Me adecento yo. Salgo a lucir a mis dos luceros por mi barrio, henchidísima de orgullo. Tres pasos después, Ranita empieza a berrear cual posesa, como si estuviera sobre una cama de faquir. La tengo que sacar y cogerla en brazos porque ni el meneo ni el chupe ni nada la calman. En brazos, el llanto dura medio segundo; ahí sí que está a gusto. En ese momento, Renacuajo considera muy apetecible salir corriendo hacia la carretera tras una moto, o subirse a una farola, o entrar a una tienda y coger cosas de los estantes o quitarle la pelota al niño de enfrente..., y ahí me veis a mí, con una mano ocupada por la niña y la otra debatiéndose entre no perder el carro o no perder al niño...

Así han sido mis intentos de salir con el carro desde que nació Ranita. Un desastre. Así que al principio, pensé en echar un fular/mochila que me habían prestado debajo del carro por si acaso, para así poder tener ambas manos libres y poder dedicar una al carro y otra al Renacuajo. Al darme cuenta de que el 99% del tiempo, paseaba un carro vacío mientras Ranita iba tan pancha en su fular, decidí que el panorama estaba claro: nuestra salvación sería el porteo.

Desde el embarazo, supe que quería portear a Ranita un poco, con el Renacuajo apenas lo hice y con Ranita me apetecía, lo que no sabía es que no me iba a quedar otra opción. Una amiga me comentó que ella tenía un fular/mochila que ya no usaba y que me podía prestar, la Caboo Carrier, así que yo, encantada. Tengo que decir que estoy muy contenta con mi Caboo, es perfecta para novatas como yo que no se atreven con nudos raros y que tienen bebés pequeñitos y hasta ahora, nos está dando muy buen resultado. Ranita va comodísima y a mí me resulta también muy agradable, no noto contracturas por el peso ni se me clava nada.
Nuestro fular/mochila

Inconvenientes? Pues que a Ranita le gusta tanto que no quiere otra cosa. Es más, prefiere fular a brazos. Así que me paso tooooodo el día cual mamá canguro con mi pequeña cría en su bolsa marsupial. No os negaré la parte romántica de sentir a tu bebé pegadita a ti, pero tampoco os penséis que es todo tan idílico. Al final, hago prácticamente de todo con Ranita encima: cocino, limpio, como, plancho, hago camas, voy al baño, hago la compra, me encargo del Renacuajo... Es casi como si siguiera embarazada, con todas las incomodidades que ello conlleva. ¿Otro inconveniente? Que portear en verano da muchísimo calor. Ambas sudamos la gota gorda. Intento vestirla fresquita, pero cuando hace calor, no hay nada que nos salve.

Pese a todo, en general, creo que el porteo nos está yendo muy bien. Ranita se pasa horas pegadita a su mamá y para nosotros, ha sido la panacea en muchas ocasiones. Aún no sabemos qué es un cólico, por ahora, los berrinches esporádicos incontrolables y aparentemente inexplicables se calman en el fular, me deja salir de paseo con Renacuajo, hacer mil cosas y una cierta organización y rutina. 

Mi experiencia con el porteo es, por tanto, positiva en general, a nosotros nos funciona. Me encantaría poder combinar ambas cosas, carro y mochila, pero iremos viendo poco a poco. Aún no me resigno a no poder salir con el carro algunas veces. Voy dando paseos cortos y en circunstancias inmejorables (recién comida, por la mañana y sin parar el carro) con la idea de ir poco a poco aumentando los tramos de no berreo!! Pero me tengo que rendir a sus gustos y preferencias y ella, claramente, prefiere ir porteada.
Porteando con glamour!!!


Y vosotras, ¿porteais? ¿Le veis las mismas ventajas e inconvenientes que yo? ¿Tenéis algún consejo para mejorar nuestra experiencia con el porteo?

miércoles, 7 de septiembre de 2016

Primer mes de Ranita

No sé si a vosotros se os ha pasado tan rápido como a mí, pero yo estoy pensando que el calendario me está gastando una broma y aún no ha pasado un mes desde que nació Ranita. Parece que fue ayer cuando eché el tapón mucoso y empecé a notar algunas contracciones llevaderas y ya ha pasado un mes entero! Entre unas cosas y otras, Ranita ya tiene un mes y yo casi ni me he enterado!

¿Y qué os puedo decir de mi niña? Pues que es un bombonazo, qué voy a decir yo!? Es un bebé fácil, para qué nos vamos a engañar. Yo creía que la mayoría de bebés eran como Renacuajo o peores, siempre leía en otros blogs a mamás diciendo que sus niños eran de alta demanda y pensaba que las (pocas) que decían que sus niños eran muñequitos estaban obnubiladas por las hormonas posparto y exageraban un poco. Pues hoy puedo decir (probablemente muuuy obnubilada por las hormonas posparto) que Ranita es una muñequita. Es un bebé muy tranquilo. Desde los primeros días, diferenció muy bien la noche y el día y da noches estupendas: solo se despierta una o como mucho dos veces por la noche, que para una niña tan pequeña (y después de tener la experiencia del Renacuajo) está más que bien. Puede dormir hasta 5 horas seguidas, comer y volver a dormirse otras 4. DE LUJO.

Pero que sea tranquila y dormilona no quiere decir que no tenga carácter. Cuando tiene que llorar, se hace oír la muchacha! Y los ratos que está despierta, yo la veo muy espabilada. Mantiene la cabeza bastante bien ya, la gira de un lado a otro y sigue con la mirada y con la cabeza el movimiento de lo que le interese mirar. Ya empieza a echar verdaderas sonrisas que me desarman y le encanta estar boca abajo empujándose con las manos cual tortuga. También hemos empezado la etapa de los aaaagghhhsss y está muy simpática. 

Respecto a alimentación, está con LME desde el primer momento. No es una niña muy comilona, prefiere dormir a comer, pero come bien y aumenta de peso sin problemas. Hace tomas cortitas y eficaces y no suele coger muchos gases, aunque algunas noches tiene un poco de cólicos. Pese a la lactancia materna, desde el mismo hospital me di cuenta de que iba a ser un bebé "chupóptero", jejeje, es decir, no le pone pegas a nada, el chupete le gusta mucho y ayer probé a darle un biberón de LM por primera vez para ver si podía ser un plan B en caso de emergencia y se lo tomó sin inmutarse (con el Renacuajo no hubo manera de darle leche desde ningún otro recipiente distinto a la casa productora hasta los 7-8 meses!), así que genial.

Físicamente, aunque se ve sanota, no es tampoco un bebé grande. De peso, ronda ya los 4 kilos, así que no llega al percentil 50. Tiene mucho pelo y bastante de punta, así que la llamo "mi punki"! Tiene los pies y las manos grandes, así que a lo mejor termina grandota como Mr. Sapo, nunca se sabe. Los ojos los tiene muuuy achinados. Eso ha sido una preocupación desde el principio, porque es uno de los signos fenotípicos del SD, pero todos los pediatras que la han visto hasta ahora coinciden en que no muestra ningún otro signo que pueda hacer sospechar SD, que simplemente, me ha salido un poco chinita! 

Respecto a personalidad y gustos, por ahora no le gusta demasiado estar tumbada, en ninguna de sus variedades, ni en brazos, ni en la cuna, ni en la bañera ni en el carro. Si la bañas cogiéndola boca abajo, no se queja. Si la coges en brazos en posición vertical, con su cabeza sobre tu hombro, está en la gloria. Y el problema es el carro. Con el Renacuajo, era ponerlo en el carro y echar a andar y se dormía. A Ranita no le gusta el carro. El movimiento sí, por eso, a veces termina durmiéndose y entonces, sí que puede pasar mucho rato ahí tumbada, pero como no se duerma, sus llantos llegan hasta Marte. ¿Solución? El maravilloso porteo. Es colocarla en la mochila-fular y cae rendida más a gusto que un arbusto. ¿Problema? Que ya estamos de vuelta en Ciudadsartén y en plena ola de calor! Pero bueno, el tema del porteo lo dejaré para otra entrada!!

Este es el resumen del primer mes de vida de Ranita. Un mes intenso y bonito, en el que la he visto cambiar y crecer día a día. Y el primer mes de mi bimaternidad, de mi locura multiplicada por 2 :)