miércoles, 27 de abril de 2016

Los "terrible twos"

Por fin eres madre y disfrutas de cada momento de tu bebé, de sus risas y gorjeos. Empieza a andar, a jugar, a decir sus primeras palabras, y tú te deleitas con ese angelito que ha llegado a tu vida y la ha colmado de alegrías (aunque también de trabajo). Y de pronto, un ser tremendo se apodera de tu "ya no tan bebé" y lo posee, endiablándolo como jamás lo habías visto. Sí, si has vivido esto, te digo: bienvenida a los "terrible twos"!!!

Según los anglosajones, esta etapa se conoce así porque más o menos alrededor del segundo cumpleaños, nuestros pequeños angelitos contenidos empiezan a desbordarse de energía negativa y nos aborda una etapa complicada en su crianza que, a veces, nos pilla desprevenidos. ¿Qué características tiene esta etapa y por qué se produce? Voy a intentar explicarlo desde mi experiencia y echando mano de Dr. Google:


  • Carácter, independencia y personalidad. Hasta ahora, nuestros hijos habían sido un apéndice nuestro, unos pequeños koalitas o canguros marsupiales metidos en nuestra bolsa, y ahora empiezan a separarse de nosotros y buscar su propia personalidad. Para ello, tienen que ir probando y reafirmándose en sus convicciones personales.

  • Retos y límites. Al separarse de nosotros y tener su propia personalidad, deben ir aprendiendo hasta dónde llega esa recién estrenada libertad, y para ello, nos van retando hasta saber hasta dónde les permitiremos llegar.

  • Descubrimiento y experimentación. Por primera vez, tú no vas a ser la que introduzca ciertas cosas por primera vez a tu hijo, y esa recién estrenada habilidad también le puede causar ciertas preocupaciones e inseguridades.

  • Rabietas. Esta recién estrenada independencia conlleva un batiburrillo de emociones y frustraciones que no había experimentado hasta ahora. Gestionar esas nuevas sensaciones es difícil y los niños tienen que buscar una manera de aprender a entender sus sentimientos y ponerlos en orden cuando aún les cuesta gestionar sus emociones y expresar en palabras sus frustraciones. 
¿Cómo gestionar y sobrevivir a los terribles 2 años? Pues bueno, aún lo estoy experimentando y creedme, no soy ni mucho menos una experta, pero intento seguir una serie de pautas que he encontrado por ahí y unas cuantas ideas de mi adorada intuición materna para afrontar esta etapa:

  • Permitir esa independencia. Nuestros polluelos tienen que salir del nido. Es una realidad. Y nosotras debemos aprender a dejarlos ir, potenciar su independencia y su libertad, permitirles elegir. Si intentamos ser madres gallina con nuestros polluelos siempre bajo el ala, estaremos impidiendo un correcto crecimiento personal que no hará más que frustarlos a medio o largo plazo, aunque ahora parezca la opción más fácil.

  • Ser constantes y coherentes con los límites. No podemos confundir a nuestros hijos, es tremendamente contraproducente. Si hoy no se puede hacer una cosa, mañana tampoco está permitida, por mucho que llore o por muy cansados que estemos. 

  • Mantener los nervios. Los niños son pequeños imitadores. Si nosotros perdemos los nervios y montamos en cólera, ¿cómo vamos a pedirles a ellos que no lo hagan?

  • Evitar el conflicto. Para mi gusto, el punto medio es el mejor; no siempre hay que evitar una confrontación ni una rabieta, el niño debe aprender a gestionar su frustración y los límites y negativas, pero tampoco se puede estar todo el día a la gresca; ni es bueno para él/ella ni para nuestros nervios. Si sabemos que una circunstancia va a desatar a la bestia, pensemos bien si merece la pena o cuántas van ya hoy e intentemos darle la vuelta a la situación y evitar el conflicto. Eso sí, si sucede, ahí ya sí que no se puede dar marcha atrás, si se cede, el berrinche habrá tenido efecto y se repetirá en cuanto pueda, sabiendo que puede salir victorioso del mismo.
Así intentamos lidiar nosotros con nuestro "terrible" Renacuajo en esta época. Y a decir verdad, hay que reconocer que los 2 años no son solo terribles, sino también tremendamente divertidos y apasionantes, así que disfrutemos de cada etapa de nuestros hijos, porque todas pasan y todas contribuyen a forjar el ser humano del futuro. 

Y vuestros hijos/as, ¿han pasado por los terribles 2 años? ¿Cómo los habéis afrontado? ¿Creéis que es una especie de preadolescencia precoz? ¿Qué truquitos os parecen más convenientes y eficaces?

lunes, 4 de abril de 2016

Primer selfie de Ranita y ecuador del embarazo

Ya estoy metida de lleno en la semana 22 de este segundo embarazo (21+2, para ser exactos), y la semana pasada tuve la ecografía doppler o morfológica que se realiza a mitad de embarazo para detectar posibles malformaciones. La verdad es que íbamos nerviosos, sobre todo, por el resultado positivo del screening del síndrome de Down, ya que es una alteración genética que suele venir aparejada con ciertos hallazgos ecográficos que pueden dar lugar a aumentar las posibilidades de que el bebé sufra SD y de que tenga ciertas complicaciones adicionales en su vida futura.

La ecografía fue detallada, pero no excesivamente larga, y pudimos comprobar que el bebé parece estar desarrollándose de forma totalmente normal. El ginecólogo no encontró ninguno de los llamados "posibles marcadores de trisomías" (arteria umbilical única, hiperecogenicidad intestinal, ectasia piélica o hidronefrosis, malformaciones en pies o manos, hueso nasal corto, malformaciones cardiacas o cerebrales...). Eso no puede descartar en ningún caso una trisomía, pero a nosotros nos dejó mucho más tranquilos; primero, porque consideramos que es aún más improbable que un feto que no muestra absolutamente ningún marcador ecográfico raro tenga SD y por otro lado, porque aunque lo tuviera, no es lo mismo tener un bebé con malformaciones y problemas de salud que uno sano, aunque tenga una trisomía.

Según la ecografía, Ranita ya pesa unos 350 gramos y es pequeñita para su edad gestacional, como le pasó a su hermano Renacuajo, pero todo dentro de la normalidad. Parece que mi útero solo sabe hacer bebés pequeñitos, aunque su padre mida 1,90!! Sus medidas equivaldrían a un feto de unos 5 días menos, así que nada preocupante y todo proporcionado y normal. Mi placenta es posterior y joven y la cantidad de líquido amniótico es normal. Por otra parte, el ginecólogo nos dijo que el bebé estaba actualmente en podálica, es decir, sentadita tan a gusto con la cabeza por mi ombligo y el culete encima de mi vejiga. Aún es pronto para darle ninguna importancia, porque tiene mucho sitio, se mueve mucho y puede dar mil volteretas, pero me hizo plantearme la posibilidad de una cesárea y la verdad, no me apetece nada. Me encantaría volver a tener un parto vaginal maravilloso y sin epidural, pero lo más importante es la seguridad de mi niña, así que llegado el momento, tomaremos la decisión más enfocada a que nazca sin complicaciones y bien.

Y sí, digo "mi niña" porque está totalmente confirmado (en las 3 últimas ecografías) que Ranita es niña. Una niña por ahora muuuuy movida y activa, no para de patalear y moverse, tanto de día como de noche. He de decir que estoy empezando a disfrutar un poco del embarazo ahora, al estar más tranquila y tener menos molestias, pero en general, está siendo un embarazo complicado.

Físicamente, he tenido muchas más molestias que con Renacuajo y psicológicamente, ya sabéis que estamos pasando una racha difícil con la enfermedad del familiar, con la mudanza y con el screening positivo del primer trimestre. Cuando estaba embarazada del Renacuajo y oía a mujeres quejarse de sus embarazos y desear que terminaran pronto, me parecían muy egoístas y no podía entender cómo no disfrutaban de la maravillosa etapa que estaban viviendo. Pero claro, mi embarazo fue maravilloso, yo me encontraba genial, sin miedos ni agobios, me veía guapísima y poderosa y estaba como loca luciendo tripa e informándome sobre el desarrollo de mi bebé.

Sin embargo, este embarazo está siendo totalmente diferente. El primer trimestre fue muy incómodo, con náuseas y ascos, malas digestiones, cambios de humor... Al pasar las 12 semanas, fue mejorando, pero al poco, nos dijeron lo del screening positivo y fue un jarro de agua fría. A eso hay que unirle el hecho de que las "pataditas" no siempre me resultan agradables (por ejemplo, al estar sentada en mi vejiga, tengo muchas ganas de hacer pipí, pero me cuesta muchísimo trabajo) y que tengo un problema con la sínfisis del pubis y me duele terriblemente la zona del coxis/pelvis al andar. Según mi matrona, pasa a menudo en segundos embarazos y tiende a empeorar según va progresando el mismo...un poema, vaya. Por otra parte, me siento terriblemente fea y poco atractiva, tengo acné, mala cara y no descanso lo que debería, así que lo que se dice disfrutar del embarazo, por ahora poco.

Espero que con esta ecografía, nos vayamos relajando y disfrutemos más de las casi 20 semanas que quedan, con menos miedos, aprovechando que físicamente, este segundo trimestre es el mejor a nivel síntomas y malestares.

Y bueno, ahora os enseñaré el primer "selfie" de mi Ranita linda. No, obviamente, la niña no se hizo la foto, pero es que es verdaderamente una foto de perfil!!! ;) Y os añado también una foto de mi tripa en este ecuador del embarazo (he cogido unos 2 kilos en total por ahora).



(Sí, arranque cuqui-creativo total!! Creo que tengo demasiado estrógeno en el cuerpo!!!) ;p


Pues eso es lo que os puedo contar por ahora de cómo va el embarazo. Más relajada, intentando alejar miedos y disfrutar y con muchas más molestias que en el embarazo del Renacuajo. La verdad es que estoy deseando que llegue agosto y la tenga en brazos y me da mucha pena, porque probablemente sea mi último embarazo y no lo estoy disfrutando, pero tampoco me puedo engañar a mí misma!

Y vosotras, cómo vivisteis vuestros embarazos? Os sentisteis culpables por no disfrutarlos? Imagináis un segundo embarazo parecido al primero o contempláis que pueda ser totalmente distinto? Y por otro lado, decidme que la nariz y los morritos de mi niña son los más bonitos que habéis visto en una eco en muuuucho tiempo!!! jajaja! A mí me tiene enamorada, que va a decir su mamá! ;)
Luli in love!