lunes, 29 de diciembre de 2014

Crisis maternal

Acabamos de pasar nuestra segunda - itis, esta vez ha tocado gastroenteritis. Todo empezó el día en que salimos de viaje navideño para ver a la familia. Durante el viaje, el renacuajo tuvo diarrea. Como justo ese día le había salido su segundo diente, no le dimos más importancia a la cosa. Siguió incómodo y llorón otros dos días y de repente, otro diente! Dos dientes en tres días! Normal que estuviera incómodo el pobre. Pero la diarrea no mejoraba, y le siguieron vómitos, así que en plena nochebuena, nos tuvimos que ir a urgencias con la pandereta y el turrón a que nos dijeran lo que ya sospechábamos, el renacuajo tenía gastroenteritis. Le mandaron suero y dieta astringente y pese a que le costó mejorar, fue mejorando, físicamente, eso sí, porque la mejoría fue solo física. Mi hijo se ha pasado los días llorando, con una mamitis tremendamente insana. Lloraba si lo dejaba un segundo, no quería estar con nadie, de mal humor, apenas sonreía y de noche, se despertaba gritando y podía pasarse 2 o 3 horas a voz en grito, era imposible calmarlo. Y claro, nosotros por la mañana no éramos personas, estábamos reventados. Y además, psicológicamente me mataba ver a un hijo que no reconocía, la gente me decía :son fases, no te preocupes, pero yo me niego en rotundo a pensar que mi hijo ahora es así. Y hemos entrado en crisis, crisis por ver que nuestra única ilusión era ir pasando los días lo mejor que podíamos y echando de menos nuestros tiempos sin niño, con lo duro que suena eso. Crisis por no poder tirar del día después de haber dormido 3 horas cada noche durante más de una semana. Crisis por ver que la familia que vive a 600 km del renacuajo veían a un niño llorón que no quería ni verlos y estaba siempre de mal humor.
Y bueno, todavía no puedo cantar victoria, bien del todo no está, aún no hemos pasado una noche medianamente decente, pero se empiezan a ver ciertos atisbos de ese niño de mi alma, de ese pillín sonriente que solo quiere andurrear, del comilón que se queda tranquilo en la trona jugando con algo mientras comemos, del niño sociable que enamora a todos. Y su madre ha olvidado toda la crisis y vuelve a estar loca por su renacuajo y fuerte para afrontar lo que venga :)

miércoles, 10 de diciembre de 2014

Mi trabajo: un arma de doble filo

Para muchos, mi trabajo sonará como un chollo y para otros, no lo querrían ni regalado, todo es cuestión de gustos y de perspectiva.
Soy autónoma y trabajo desde casa, por internet. Eso me proporciona muchas ventajas y muchos inconvenientes en mi vida en general y en particular, en mi crianza de un bebé de 9 meses.
VENTAJAS:

  • Trabajo de lo mío y me encanta. Es lo que estudié, para lo que valgo y me hace sentirme realizada como profesional, que no es poco.
  • Es un trabajo muy flexible, sin horarios fijos. Esto se traduce en que me amoldo a los horarios de Mr. Sapo muchísimo mejor y que el niño tiene más libertad para despertarse cuando quiera, por ejemplo, porque no tengo que estar a una hora determinada en ningún sitio.
  • Yo escojo qué trabajos quiero hacer y cuáles no. Nadie me obliga a coger ningún proyecto y si me viene muy mal, si no me encajan los días, si Mr. Sapo tiene una semana horrorosa y no puede quedarse con el niño, no cojo trabajo. 
  • Puedo trabajar desde cualquier sitio, lo cual es tremendamente cómodo en ciertas fechas, por ejemplo, y puedo irme largas temporadas a mi tierra con la familia, por ejemplo (no aguanto sin ver el mar todo el verano ni loca, no estoy hecha yo para vivir en el interior!!)
  • Me puedo coger vacaciones cuando quiera (y por supuesto, sean días de fiesta o no)
  • Puedo viajar, porque no estoy atada a ningún sitio. De hecho, pasamos por varios países antes de establecernos aquí porque Mr. Sapo fue encontrando trabajo en distintos sitios y yo me iba mudando con él.
  • Puedo trabajar en pijama, en esmoquin o en tubo y aletas si me apetece, nada de tacones, ni bien peinadita y perfumada a las 7 de la mañana.
  • Nunca estoy más de un par de horas sin ver a mi niño, no me da tiempo a echarlo de menos y él tiene la sensación de que estoy ahí para él si me necesita (y esto también es genial para la lactancia).
  • (Antes a esto le habría añadido: no tengo horario, si un día tengo sueño y quiero levantarme a las 11, pues lo hago. Ahora, obviamente, a las 11 no me levanto jamás! Qué más querría yo!!! jejejeje!
Después de esto, sé que muchas de vosotras estaréis envidiándome muchísimo y pensando....¿dónde está el arma de doble filo en esto? Si es un chollo!!! Pues no, no es tan chollo. Tiene también muchas cosas negativas.
INCONVENIENTES:
  • Vivir y trabajar en el mismo sitio hace imposible que desconectes del trabajo y el mito de "claro, como tú trabajas en casa, seguro que te puedes encargar del bebé" seguro que lo dijo alguien que no tenía un bebé de 9 meses gateando, llorando, cayéndose y reclamando tu atención 24 horas al día. Es decir, tu concentración cuando estás al cuidado del niño es obviamente nula, pero cuando es tu pareja el que está en la habitación de al lado con el renacuajo, tampoco mejora mucho. He probado hasta a ponerme tapones en los oídos, pero al final termino levantándome si lo oigo llorar mucho, o me paro a pensar si Mr. Sapo le habrá dado ya la fruta, porque había medio plátano en la nevera, mejor me levanto y se lo digo, no se vaya a poner pocho...
  • Mi estabilidad económica es nula. Sí, puedo escoger mis proyectos, pero si no trabajo, no cobro, y nunca sé cuánto trabajo voy a poder coger el mes siguiente, con lo que no sé si voy a cobrar algo o no. Eso para la gestión familiar es complicado y para mi estabilidad mental también, pero bueno, llevo años así, así que me he acostumbrado, pero es muy inestable. Hay meses que vivo pegada al ordenador y me saco un buen sueldo y otros que tengo que tirar de ahorros para pagar la cuota de autónomos y los impuestos.
  • Si rechazo un proyecto de un cliente habitual, este cliente tiene que buscarse a otra persona que le haga ese proyecto, con lo que me arriesgo a perder el cliente si la nueva persona no lo hace demasiado mal. Por eso, hay muchas veces que no puedo decir que no cuando me ofrecen un encargo, aunque no me venga bien, porque sé que no está la cosa como para echar cohetes e ir perdiendo clientes todos los días.
  • La flexibilidad en mi trabajo se traduce, además de en todas las cosas maravillosas que he puesto arriba, en que al final pringo muuuuchos fines de semana y días de fiesta, porque claro, a diario mi marido trabaja fuera de casa, con lo que a veces tengo que estar yo con el niño y claro, cuándo queda tiempo para lo mío? Pues el fin de semana, en vacaciones... Además, siempre hay algún cliente apañado que te pide un "favor de última hora" de viernes tarde a lunes mañana o de 23 de diciembre a 26...
  • Por supuesto, esto también afecta al horario de trabajo. A diario intento sacar 7 u 8 horas, pero cuando tengo proyectos grandes con mucha urgencia, puedo pasarme 12 o 14 horas fácil, con lo conciliable que es eso con la vida familiar...:S
  • Si un día estoy enferma pero ya he cogido un proyecto con un plazo determinado, pues me fastidio y punto, si puedo distribuir ese trabajo en los días que me quedan, bien, pero si no, hay que hacerlo y punto, no hay otra. Lo mismo pasa ahora cuando el renacuajo se pone malo, nadie me da el día libre ni me retrasa la entrega del encargo ni nada por el estilo.
  • Mi baja de maternidad fue ridícula. Me daban 600 euros al mes y solo me cogí 2 de los 4 que podía, porque claro, mis clientes empezaban a buscarse otra persona y yo no me quería quedar sin trabajo. 
Ante este panorama, a veces me planteo cómo conciliar la vida laboral y la familiar, pero eso lo dejaré para otro post, que este ya me ha quedado muy largo!

jueves, 4 de diciembre de 2014

9 meses

¡Cómo pasa el tiempo! Hoy cumple 9 meses mi renacuajo, que más que un renacuajo va pareciendo poco a poco una pequeña ranita ;)

Estos 9 meses han sido geniales, con sus idas y venidas, pero sin duda alguna, los más felices de mi vida. Hay veces que no me creo que esto me esté pasando a mí, que ese pequeño gamboncito que vimos por primera vez en la pantalla del ecógrafo sea ya un chavalote de 9 meses! Y ya ha pasado más tiempo fuera de mí que dentro, increíble también, el tiempo vuela!
Os cuento abajo los progresos de mi niño a sus 9 meses recién cumplidos:

  • COMIDA: El ritmo de comidas sigue siendo bastante similar, sigue con lactancia materna y come verduras, cereales, carne y fruta. Esta última semana le hemos empezado a meter la yema de huevo y la ha tolerado muy bien, así que pasaremos a la clara. También le he dado (así de estrangis) un poco de jamón serrano y le gusta mucho también (y a quién no?!!). El pan le fascina y los gusanitos, ni os cuento! No me gusta abusar de ellos, pero a veces me vienen muy bien para tenerlo un ratito tranquilo (y algo de alimento tendrán, digo yo!)
  • SUEÑO: Respecto al sueño, tampoco ha habido cambios muy significativos. Pusimos en marcha una técnica que me recomendó Belly que consiste en dar la cena al bebé, dejarlo que juegue un ratito para que no asocie dormir con comer, tranquilizar al bebé en brazos y dejarlo en la cuna cuando aún está medio dormido/medio despierto y cogerlo tantas veces como sea necesario hasta que se quede tranquilo en la cuna y se duerma. Lo malo es que justo cuando empezamos fue cuando cogió la bronquiolitis, así que el éxito de la técnica no está siendo muy significativo. En resumen, los días fabulosísimos se despierta 2 veces y los malos, ni las cuento. Eso sí, estoy notando que empieza a madrugar más, cosa que no me gusta nada :(
  • ACTIVIDAD FÍSICA: Los progresos en este tema no paran, cada día hace una cosa nueva y yo me echo a temblar, porque cada vez me cuesta más controlarlo! Ya gatea perfectamente y a una velocidad asombrosa, incluso esquivando obstáculos y sobrepasándolos con esfuerzo. Llega a donde quiere (que en la gran mayoría de las ocasiones es a algo donde agarrarse) y se pone de rodillas agarrándose al mueble/elemento en cuestión. Y de ahí, su máxima ilusión es ponerse de pie, y pese a que le cuesta un poco, casi siempre lo consigue, con lo que tengo que estar muuuuy pendiente porque en segundos se pone de pie y en milésimas de segundo, si se despista, se cae de espaldas o de cabeza y se da un buen cosco. De rodillas se queda él solito si quiere (mientras manipula algo en las manos) y de pie, intenta quedarse, pero si no se agarra a algo, se cae en segundos. Su máxima ilusión, una vez que se ha puesto de pie, es andar. Cogido de las manos o agarrado a los muebles, anda sin problemas, pero claro, cuando se suelta, al suelo!! Pero lo sigue intentando, mi renacuajo es un kamikaze!!!
  • OTROS: En el lenguaje, últimamente vamos para atrás, balbucea menos y dice babá menos veces. Otra cosa que últimamente está desarrollando es mamitis! No me gusta nada, pero hay ratos que mi niño no quiere otra cosa que su mamá, me busca, llora si me voy, me persigue por la casa, jeje. Normalmente se queda muy feliz con cualquiera, pero empieza a haber ratitos en que es solo su mami la que le vale. 

Mi renacuajo pesa ya casi 9 kilos y mide unos 70,5 cm, es decir, sigue siendo pequeño pero va cogiendo ritmillo. De pelo, seguimos con pelazo (no sé ya ni cómo pelarlo, creo que voy a llevarlo a ver si lo pelan, porque tiene el pelo ingobernable!), aunque sigue con su calvita en la parte de atrás y de dientes........tatatachán!!! Ayer mismo le salió el primero!!! Oleeee! Ya era hora! Más vale tarde que nunca! Y no, no es un incisivo de abajo, como sería normal, sino uno de arriba! Si es que este hijo mío hace las cosas a su manera! Me va a salir un independiente de libro!
Y bueno, esas son, a grandes rasgos, las características del desarrollo de mi renacuajo a sus 9 meses. Temblando de que se eche a andar pronto, porque tiene que ser una etapa muy dura, pero disfrutando de cada avance y cada descubrimiento que hace. ¡9 meses de plenitud absoluta!