domingo, 30 de noviembre de 2014

Bronquiolitis

Pues sí, ya hemos pasado por esa parada, parece que obligatoria para todo bebé que se precie, el pobre renacuajo tiene bronquilitis :(
Todo empezó como un catarro sin más (el tercero en lo que va de otoño y de vida suya). Después de una noche horrorosa en la que no dormimos nada ninguno de los tres y en la que se levantó con fiebre, decidimos llevarlo a la pediatra, que después de auscultarlo lo confirmó: bronquiolitis, pitos en el pecho y muuuuchos mocos y le mandó paracetamol/ibuprofeno, antibiótico y el adorado Ventolín.
Al volver del médico, el pobre estaba fatal, se te partía el alma nada más de verlo así, penoso, blandito, super llorón, mimoso, con muy mala cara... Solo quería estar en brazos (y solo conmigo, a su papi ni verlo) y ni siquiera en brazos se calmaba del todo. Se acurrucaba hacia mí y se quedaba ahí pegadito a mamá como diciéndome: mamá, me duele, no puedo respirar, haz algo! Y es tan duro saber que tu hijo necesita ayuda y tú poco puedes hacer! Gracias a dios, la ciencia y la naturaleza de los niños hizo su efecto y en cuanto le fueron haciendo efecto las distintas medicinas, fue poco a poco mejorando y empezó a querer jugar un poco de nuevo y a reírse. Es raro ver a mi renacuajo tan paradito, con lo activo que es él, nunca quiere demasiados mimos ni tiene mamitis, pero esas horas fue todo lo contrario, lo que hace estar malito!
Las primeras veces, las medicinas costaron un poco, no quería abrir la boca, cuando se las conseguíamos dar, vomitaba...hasta que probamos los supositorios de paracetamol...mano de santo! A él no le molestó nada que se lo pusiera y empezó a hacerle efecto y genial, y claro, al estar mejor, toleró mucho mejor que le diéramos el resto de medicinas. Con la tos aún seguimos lidiando y lo peor es que, entre que no tiene demasiada hambre por estar malo y que cuando le da un ataque de tos después de comer, lo vomita todo, lleva unos días en los que casi no come. Además, tampoco quiere pecho, porque al intentar mamar, se ahoga, así que las noches están siendo infernales, porque si antes se despertaba mil veces pero se calmaba al pecho, ahora ni con esas! :( Parece que estas últimas noches la cosa está mejorando algo porque está volviendo a querer pecho, pero no lo coge con tantas ganas....no sé, habrá que esperar.
El martes tenemos que volver a la pediatra, a ver cómo lo ve, pero está bastante mejor, se le nota, a ver si se le termina de quitar del todo al pobre, que no me gusta nada verlo malito (y lo que me queda cuando empiece la guardería!!!!)


jueves, 20 de noviembre de 2014

Planificación familiar para infértiles

Siempre que me hace algún conocido la eterna pregunta: ¿y el segundo para cuándo?, la verdad es que no sé cómo contestar.
Hace un par de años, ni siquiera sabía si podría ser madre alguna vez y ahora me pregunto si quiero tener más de uno y cuándo. Parece mentira. Pero tengo 34 años y la verdad es que tampoco tengo toda la vida por delante como para pensármelo. El problema radica en que las mamás que hemos tenido a nuestros hijos después de pasar por infertilidad, tratamientos o abortos tenemos una capacidad de decisión bastante mermada en cuando a planificación familiar se refiere. A los más conocidos siempre les respondo lo mismo: ¿planificación? Si no he podido planificar cuándo ni cómo tener el primero, cómo voy a planificar el/los siguientes? Pero el caso es que me gustaría, claro, como a cualquier pareja no infértil que decide cómo y cuando tienen hijos. Pero nuestro caso no es igual. Y yo ahora mismo me encuentro en esa diatriba.
¿Quiero tener más hijos? Indudablemente sí, y esto lo digo con un sueño que me caigo y unas ojeras de campeonato, con trabajo hasta las orejas y plancha acumulada de dos semanas! Puede que esté un poco loca o sea una inconsciente, pero me encantaría volver a repetir la experiencia de oír su latido cuando aún ni tiene forma apenas, de sentir como mi cuerpo cambia y de notar sus movimientos dentro, de pasar por el animal trance de dar a luz con dolor e ilusión a un hijo, de ver a mi hijo jugando con su hermano/a. ¿Que cuántos más me gustaría tener? Pues mínimo otro más, pero si por mí fuera, creo que me animaría al tercero. Y ese es el problema, que en nuestro caso, no es por nosotras, no decidimos ni cuándo ni cuántos hijos tenemos.
Ante esta cuestión, me planteo: ¿si no puedo planificarlo, cómo me organizo? Por una parte pienso en que lo más lógico sería no tomar precauciones desde ya, si me ha costado tanto el primero, si sé que no ovulo ni a la de tres, si mi última regla fue allá por mayo del año pasado.... Ya, pero, ¿y si por una carambola del destino me quedo embarazada inmediatamente? Mis hijos se llevarían 18 meses, y no sé si estoy preparada para tener dos hijos tan pequeños ni si me apetece. Pero claro, por otro lado, me veo con 34 años, infértil y con ganas de más. ¿Y si por intentar planificar se me echa el tiempo encima y no puedo? Claro, es que no es lo mismo tardar 2 años con 31 que con 35... Además, vista la regularidad de mi regla, no tengo muy claro que siguiendo con lactancia materna, tenga ninguna intención de volver a aparecer en un futuro próximo. El otro día estuve en la matrona a hacerme una citología de control después del parto y me dijo que ella, si fuera yo, no lo evitaría, vista mi edad y mis antecedentes. Suena un poco duro, pero el caso es que tiene toda la razón. Por otro lado, no evitarlo, como todas sabéis, es un poco buscarlo, y definitivamente no estoy lista para pasar por eso de nuevo, para la incertidumbre, para analizar síntomas, para un test de embarazo....nada más pensarlo, me pongo mala! :(
También me planteo hasta dónde sería capaz de llegar para tener un segundo hijo. Con el primero lo tenía bastante claro, quería ser madre casi a toda costa, empezamos tratamiento por la pública y habríamos ido a la privada a IA, FIV e ISCI (la ovodonación y donación de embriones no los la llegamos a plantear seriamente), pero claro, ahora ya no somos aptos para la pública, porque para ellos, no somos infértiles, por haber tenido embarazo viable. ¿Nos merece la pena gastarnos un dineral, sentirnos un poco conejillos de indias o ratas de laboratorio para buscar un hermano? Y para eso, cuándo tendríamos que empezar? Porque si empiezo con 35 o 36 me puedo plantar con 38 en la clínica, ¿no será ya un poco tarde?
Bueno, ¿vosotras qué pensáis? ¿Tenéis alguna planificación familiar prevista? ¿Hasta dónde llegaríais por un segundo o tercer hijo? Espero vuestras respuestas!!!


lunes, 10 de noviembre de 2014

8 meses

Mi renacuajo ha cumplido ya los 8 meses, parece mentira! En estos 8 meses de maternidad, ha habido un poco de todo, risas, llantos, alegrías y desesperación.
Desde que nació hasta los 4 meses, la maternidad me resultó medianamente fácil y mi niño se portaba muy bien. La lactancia fue genial desde el primer momento y aunque nunca ha sido un lirón, los primeros 4 meses no fueron especialmente malos en el tema sueño. Cólicos tuvo, pero días aislados, algún día lloraba un poco más, sobre todo por las tardes, pero bueno, algo bastante soportable.
De los 4 a los 7 o así, la cosa se complicó. Mi hijo empezó a dormir cada vez menos de día, lo que supongo que es normal, pero agota, y volver a trabajar es un suplicio así, y de noche empezaron los desvelos y no mejoraron nada los despertares. Cuando un bebé tiene 3 meses, que se despierte cada dos horas a comer te parece normal, pero cuando va pasando el tiempo y no mejora, se empieza a hacer muy pesado. También tuvo una época de bastante mal humor, yo lo achacaba a los dientes, porque lo mismo estaba simpático y bien que se ponía insoportable y de muy mal humor, pero los susodichos dientes no hacían su aparición.
Y de los 7 a los 8 meses, parece que estamos viviendo una luna de miel. No es que todo sea de color de rosa, pero cuando miro a mi niño, lo primero que veo es un niño tremendamente feliz, no para de sonreír, de jugar, empieza a darnos mimitos...estamos en una nube, la verdad!! Así que pese a las cosas malas, empieza a compensar todo por ver que tenemos un hijo sano y muy feliz.
Y ahora que ha cumplido los 8 meses, os cuento qué hace y qué no mi renacuajo:

  • COMIDA: Sigue con lactancia materna, sobre todo de noche, pero ya come otras muchas cosas, incluyendo leche de fórmula (sí, no me echéis a los leones, cuando decidí sucumbir a la leche artificial y desterrar de mi vida ese instrumento de tortura moderno llamado saca-leches, mi nivel de vida subió vertiginosamente!) Desayuna biberón con cereales, almuerza verduras o carne y a veces medio yogur o pecho, merienda fruta y pecho y cena cereales (y si quiere, pecho). Luego, las veces que se despierta por la noche, también lo enchufo y si de día lo veo penosillo o más hambriento, se lo ofrezco también.
  • SUEÑO: la cosa no ha mejorado demasiado, aunque tampoco ha empeorado, lo cual ya es positivo. De día duerme poco, como mucho, un par de siestas de una media hora. De noche, se han reducido los desvelos, menos mal, pero los despertares siguen más o menos igual. Una noche tipo medianamente buena sería biberón de cereales a las 9 y pecho a la 1, a las 3,30 y a las 5 (colechando desde una de las tomas intermedias). 
  • ACTIVIDAD FÍSICA: mi renacuajo no para, físicamente es super activo, no para de moverse, de jugar, de dar vueltas. Se gira perfectamente para los dos lados cuando está tumbado y repta sin problemas hasta donde quiere ir, pero no gatea, aunque se desplaza sin ningún problema, por lo que tenemos que tener ya cien ojos para que no termine metiendo los dedos en el enchufe o comiéndose un cable. Se queda sentado sin problemas un montón de rato y de pie sujeto a algo (el sofá, un taburete, un mueble) unos momentillos. En la piscina, es un pescadito, se mueve mucho y le encanta, ni siquiera le molestan las inmersiones!
  • OTROS: pues pese a que lleva desde los 4 meses con las encías inflamadas y metiéndose todo en la boca como un desesperado, ¡no hay ni atisbo de dientes! ¡Ni uno! Eso sí, no le hacen falta, porque se come los trozos de pan, gusanitos, espárragos y todo lo que pille sin ningún problema! En cuanto a balbuceos, por fin ha añadido una consonante a su repertorio de vocales encabezadas por la "a", ya dice "baba"!!! y su padre babeando de la emoción!! jejeje
En definitiva, una etapa muy buena, en la que estamos agotadísimos pero felices de verlo feliz a él, de ver cómo crece, cómo juega, como quiere comer cuando nosotros comemos... Para mí, de las mejores etapas desde que nació.
Y vuestros niños, ¿cómo van? Siguen un patrón similar o son totalmente distintos?

lunes, 3 de noviembre de 2014

La parte buena de la infertilidad

Cuando se está en el túnel de la infertilidad, en medio de su oscuridad, de sus baches, de su cuesta arriba, resulta difícil pensar en que esta lotería que nos ha tocado a muchos y muchas tiene algo de positivo. Sin embargo, ahora que soy madre me doy cuenta de que como todo en la vida, mi infertilidad también me ha aportado cosas buenas. 
Esto vino a mi mente el otro día en el supermercado, al pasar por la sección de bebés. Creo que no hay nadie en el mundo a la que le haga tanta ilusión pasar por ese pasillo. He pasado tantas veces antes y he mirado los productos con deseo, con la duda de saber si alguna vez me podría parar a buscar un biberón o un chupete, a comparar precios de cereales... Si no hubiera sido infértil, pasaría por ese pasillo como por el del papel higiénico, por necesidad pura y dura, pero ahora paso hasta cuando no me hace falta nada, simplemente por el placer de mirar y saber que yo uso esas cosas, que mi familia usa esas cosas. Es una felicidad enorme! 

Otra cosa buena que me ha aportado esta infertilidad es un conocimiento intenso y pormenorizado de la reproducción humana, de las técnicas de reproducción asistida, de la anatomía femenina.... Mi cultura general ha aumentado, y eso siempre es de agradecer!! Sé cosas que nunca habría aprendido y eso me ha hecho conocerme a mí misma mejor también y poder entender y apoyar mejor a los que pasan ahora por lo mismo.
Por último, la infertilidad me ha hecho "conocer" a gente que nunca habría conocido en otras circunstancias y que me ha hecho mucho más agradable el túnel, gente del mundo 2.0 a la que no conozco, pero con las que he compartido mis mayores penas y mis mayores alegrías. Gente por la que he llorado a lágrima viva leyendo sus positivos y por la que me he preocupado como si fueran de mi propia familia cuando han pasado por muchos de los baches del camino. Desde aquí, tengo que daros las gracias, a todas las que os desnudáis de alma para afuera contando vuestros caminos hacia la maternidad, gracias por ayudar a otras que están como vosotras, por ser luz y guía, paño de lágrimas y hombro donde apoyarse. No puedo olvidarme aquí de Xiana ni de Belly, mis dos compañeras de espera, de incertidumbre y de embarazo, nuestros cuatro niños deberían conocerse un día! Gracias por estar ahí! También quiero mencionar a otras muchas que puede que ni sepan que las sigo, pero que son parte de lo que he obtenido de mi infertilidad (Valeska, Chloe, Algundiacabremos, Anuke, SerEducadora, ArielPop y muchas más).
Eso no quiere decir que si pudiera escoger, elegiría ser infértil de nuevo, ni que haya sido una época maravillosa y que todos los que estáis ahora mismo dentro del túnel tengáis que banalizar la situación; para nada es mi intención. Pero sí quiero daros ánimo y deciros que lo que no te mata, te hace más fuerte, y que vais a salir un día de este túnel muy fuertes y muy felices y la mayoría porque lo vais a conseguir (y no es por peloteo, sino por estadística). 
Y vosotras, mamás infértiles ¿encontráis algo de positivo en la infertilidad? Y las que aún no sois madres, ¿creéis que podréis algún día mirar atrás y ver algo que no sea únicamente dolor? Espero vuestros comentarios!