martes, 22 de septiembre de 2015

Filiación genética y filiación sentimental

Llevo varias semanas dándole vueltas a este tema, pero justo ayer, al leer la noticia de los Cushworth, el tema volvió a mi mente. Los Cushworth son una pareja de salvadoreña y británico que tuvieron un bebé por cesárea en el Salvador. Al despertarse de la anestesia, la madre vio que el bebé que le entregaban tenía la piel más oscura que el que había visto en el quirófano, pero los médicos le dijeron que los bebés cambian de color durante las primeras horas. Los Cushworth se llevaron al bebé a casa, pero seguían sin estar muy conformes y unos meses después, pidieron un test de ADN que demostró que ese bebé no era biológicamente ni genéticamente suyo. Tras hacer el mismo análisis de ADN a otros cuatro niños que nacieron el mismo día, descubrieron que otra familia tenía el suyo y acordaron el intercambio.

Pufff, ¿qué debió sentir esa madre, que había cuidado, amamantado, acariciado a ese bebé como suyo durante meses cuando tuvo que dárselo a otra? ¿Qué sentiría al ver a su hijo biológico por primera vez ya con unos meses? Me pongo en su situación y no sé cómo reaccionaría. Yo creo que la filiación sentimental es mucho más profunda y real que la genética, pero no sé si sería capaz de saber que hay un niño genéticamente mío y de mi marido por ahí y no ir a buscarlo. Pero por otro lado, en el momento que una madre reconoce a su cachorro como suyo, sea genéticamente o no, me cuesta mucho pensar que sea capaz de dejarlo tan fácilmente.

Mi proceso de filiación con el renacuajo no fue inmediato. No sé si fue la falta de parecido físico, la imagen mental que yo me había hecho de cómo sería mi hijo o el cóctel de hormonas, pero en el momento en que vi salir al renacuajo y me lo pusieron encima, supe que moriría y mataría por él, pero no lo reconocí como una parte de mi genética. Estoy convencida de que si en ese momento me hubieran puesto otro bebé o si ese bebé hubiera sido de ovodonación o de doble donación, la sensación habría sido la misma. Me costó aceptar que ese bebé era el desarrollo de una célula mía. Aún sigo bien sin aceptarlo, o quizás, sin darle importancia. El renacuajo no se parece a nadie de la familia, y me da igual. Ahora imagino que me vienen del hospital y me dicen que se equivocaron al traerme al niño de su primer baño (fue en el único momento en que lo perdí de vista) y no sé cómo reaccionaría...bueno, sí lo sé, yo mi niño no se lo doy a nadie ni muerta. Pero en ese caso, mi hijo genético estaría en brazos de otra madre, y no sé qué haría. Por un lado, arrebatarle un hijo a unos padres es terriblemente cruel para ambos, pero por otro, es difícil saber que hay un niño genéticamente tuyo por ahí...En fin, yo no creo que buscara a ese niño, creo que sería dolorosísimo para todas las partes, especialmente, para el niño, y no le deseo eso, pero claro, el mío tiene 18 meses, no 3 como el de la noticia...

¿Creéis que el proceso de reconocer a un niño como hijo tuyo es más automático en niños genéticamente tuyos que en adopciones (ya sea de gametos o de niños ya nacidos? ¿Qué haríais si descubrierais que vuestros hijos no son genéticamente vuestros? A las que sois madres por ovo o adopción de gametos, ¿cómo fue en vuestro caso el proceso de filiación? ¿Os acordáis en algún momento de que esos niños no son genéticamente vuestros hijos u os supone algún miedo o desapego en algún momento? Y a las mamás que han adoptado niños ya nacidos o están en proceso, ¿cómo fue el proceso de filiación/pensáis que será con vuestros hijos?

28 comentarios:

  1. Yo soy madre por ovodonación, creo que el proceso más duro es aceptar ir a una ovodonación.... una vez que asumes esa pérdida genética antes de lograr el embarazo todo es más fácil, tienes 9 meses para hacerte a la idea y crear ese vínculo de apego. Es cierto que cuando nacen independientemente de que sean genéticamente tuyos o no sientes una sensación extraña, pero vamos eso lo dicen hasta las madres genéticas, en mi caso no sentí eso si miedo, pero miedo porque eran prematuros y estaban en la incubadora no por ser de ovodonación.
    Mi hija siempre fue clavada a su padre, la miro y veo el físico de su padre y algunas de sus cualidades y sin embargo tienes varias cosas que son mías, quizá no físicas pero si en cuanto a su personalidad... el niño no se parece a nadie, físicamente, porque si hablamos de su carácter es exactamente igual a mi.... vamos con esto quiero decirte que igual los rasgos físicos no son iguales pero si lo son la personalidad por ejemplo. Cuando sean más grandes el apego con los hijos va más allá de los genes o del parecido, sentimos más afecto hacia unas personas u otras en función de cosas en común o vivencias como nos pasa con los amigos. Si me preguntas si alguna vez siento que no son míos pues no.... no es algo en lo que piense salvo que me siente a hablar en el blog.... al final somos herencia pero también ambiente y gran parte de lo que mis hijos son es gracias a mi...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Estoy totalmente de acuerdo contigo, MisMellis, yo cuando miro a mi hijo, jamás pienso que es fruto de mis genes, veo a mi hijo y punto, así que entiendo que a ti te pase igual. Y lo de los parecidos es muy cierto: solo lo físico (y únicamente de forma parcial) se nota la genética, el resto es adquirido y por supuesto que los niños terminan pareciéndose a sus padres, sean genéticos o no. Yo, cuando nació el renacuajo, sentí esa sensación extraña de la que hablas, era algo muy animal, pero al fin y al cabo, acababa de conocer a un extraño y cada día que pasa, siento más apego por él y supongo que es lo más normal del mundo.
      Un beso grande y gracias por tu opinión.

      Eliminar
  2. La verdad es que tocas un tema que jamás me habría planteado. Mi bollito es mía y de mi marido de seguro y nunca me he planteado lo de la filiación genética, será porque no nos separamos ni un segundo en el hospital desde que nació, hasta en el momento del baño estábamos presentes.
    Uuff, es un caso que pone los pelos de punta, no quiero imaginar lo que es pasar tres meses sintiendo que el bebé que tienes en tus brazos no es tuyo, que amargura tenía que sentir esa madre por no llegar a querer a su "hijo". Pero... Y los otros padres? Estarían convencidos de que el bebé con el que salieron del hospital era suyo? Como se acepta una noticia asi? A mí me da un infarto si me pasa algo parecido!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo sé que mi hijo es genéticamente nuestro también, lo vi salir y sé que el niño que trajeron del baño era el mismo, pero esperaba tener una conexión más desde el principio con él, sentirlo más mi hijo, reconocernos en él, no sé, esperaba desde el principio un niño calvito y rubio y me salió con melenaza y morenísimo, así que entre eso, y que nació 3 semanas antes y todavía no me había terminado de hacer a la idea, pues me costó un poco asumir que de pronto, nadie pateaba mi barriga y que ese bebé pequeñajo era mi hijo, nuestro hijo.
      Lo de los padres de la noticia tiene que ser aterrador, por mucho que la mujer sintiera que ese hijo no era el suyo, pasó muchas noches en vela a su lado, lo abrazó, amamantó, lo presentó a su familia...Y los otros, no me quiero ni imaginar lo que pasarían si ni siquiera lo sospechaban...Ni sé cómo habría reaccionado yo en ese caso. Ni siquiera sé si ocurre algo así, qué derechos tienen los padres sobre ese bebé....me pone los pelos de punta!! Un besote, linda

      Eliminar
  3. A mi me pasó parecido que a ti, los primeros segundos fueron confusos, no sé si por el agotamiento extremo t el sueño profundo al que mi cuerpo quería someterme para superar el trauma, si por la medicación de la cirugía que mw daban temblores o qué pero cuando lo vi no lo reconocí. Creo que me esperaba un bebé clavado a las eco 4d y no fue así, tenia la carita hinchada y los ojos achinados. Eso no quita que lo quusiera irremediablemente, lloré como un bebé cuando me separaron dos horas en reanimación. Tardé un dia en reconocer a ese bebé que tantas veces habia visto en video y foto dentro de mi, justo el tiempo en que le bajó el edema. Aún así, desde que me lo dieron hubiese matado por él, a mi me dicen que se confundieron y no se lo llevan, faltaría mas!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es que las expectativas nos pueden jugar malas pasadas, uno se espera una cosa y luego, no está preparada para que sea de otra forma. Y bueno, casi todos los niños nacen muy hinchados, es normal, hasta las 24 horas o así no empiezan a tener una cara normal. Yo más o menos ahí empecé a verlo muy lindo y ya lo quería mucho, pero esa sensación de reconocimiento no sé si la he llegado a tener nunca. Pero te doy la razón en que desde que lo vi, habría matado por él y en que no se lo doy a nadie ni por el mayor oro del mundo!

      Eliminar
    2. Luli lo mismo igual me paso y me sigue pasando con lo de la sensación de que no has aportado a nivel genético jajaja yo rubia de ojos azules y blanca como la leche, el un morenazo de ojos marrones... Además que en todo lo demás es también igual que su padre, hasta en los gestos... Bueno miento... El pelo rizado es mio y ahora voy fardando mucho de eso (y eso que siempre he odiado mi pelo), porque tambien eso osan achacarselo a el padre jeje

      Ahora no es algo que me importe en absoluto, pero los primeros meses que eran tan tan moreno de piel y con el pelo negro (ambas cosas se aclararon en los primeros meses) a veces me miraba al espejo y me costaba asumir que era mio jeje además que no podía evita sentir celillos... Yo, que era quien había puesto mi cuerpo para crearlo, que lo había parido, que me estaba dejando la salud en esos primeros meses de llantos y llantos inconsolables... Y a quien se parecía???? Joe!!!! Que a todos nos hace ilusión que no digan los parecidos de tus hijos...

      Todo esto son Tonterias... Pero reconozco que me quejo a menudo por ello jajaja

      Eliminar
    3. Puuuuuffffff se me ponen los pelos de punta solo de pensar que pueda pasarme esto. No sabría decir que me tiraría mas ni que haría, lo que si se con certeza es que me arruinarían la vida, porque la única opción viable para mi seria quedarme con los dos, ya que los dos serian para mi mis hijos, y obviamente esto no sería posible.

      Eliminar
    4. Te entiendo perfectamente, pero en nuestro caso, es aún más raro, porque no se parece a ninguno de los dos! Si al menos, se pareciera al padre! Y respecto al caso de la noticia, es complicadísimo, pero creo que yo renunciaría a conocer a ese otro niño para no tener que despedirme del mío, porque se me partiría el corazón, y tampoco sé cómo sería mi relación con un niño que, aunque fuera genéticamente mío, fuera un desconocido. Un besote para tu morenazo guapo!

      Eliminar
  4. Que tema mas interesante..... yo no tengo hijos, pero leyendo los comentarios, me gustaría plantear una serie de preguntas...

    Decís que no cambiaríais al niño que en un principio os dieron porque es vuestro hijo (quizá también ese sería mi primer impulso), pero eso implica "dejar" al otro niño que sí es vuestro hijo. ¿Eso lo asumiríais?
    ¿Y que pasa si los otros padres os reclaman al niño porque ellos sí que quieren recuperar a su hijo genético?

    En mi opinión (de no madre), creo que es más "fácil" asumir que has cuidado de un niño durante tres meses que no era tu hijo, pero que tu "hijo de verdad" ya está contigo, a no estar toda la vida pensando que el niño (al que quieres mucho, eso no lo voy a negar) no es realmente tu hijo y que éste anda con otra familia.
    Pero claro... igual decir que la filiación genética tira mucho, o hace que la filiación afectiva se "disuelva" un poco, no queda políticamente correcto....
    Ya no hablo de los casos de donación de óvulos/gametos, porque en ese caso no te queda otra opción, pero en el tema del intercambio, donde si tienes las dos opciones de filiación... yo tengo claro que elegiría la genética.

    MAX


    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bueno, yo no lo tengo tan claro, por eso he escrito la entrada, es más, creo que me decantaría por la filiación sentimental que la genética, creo que una cosa es cuidar a un niño sabiendo que no es tuyo (el niño de una amiga o una acogida incluso) y otra muy distinta reconocer como hijo tuyo a un niño que genéticamente no lo es, pero que sí lo es biológicamente o por adopción. Yo creo que muchas madres estarán de acuerdo conmigo en que una vez aceptas como hijo tuyo a un niño, sea o no sea genéticamente tuyo, es muy difícil que quieras dejarlo y cambiarlo por otro, por muchos genes tuyos que tenga, pero bueno, es una opción totalmente válida y es difícil ponerse en los zapatos de esta mujer y de la otra. Gracias por tu opinión y bienvenida!

      Eliminar
  5. Una reflexión muy interesante y que da para mucho. Intentaremos sintetizar.

    Lo primero es que yo creo que la filiación la hace el cariño. Mi relación con mi madre es muy estrecha, estrechísima. Nos llevamos muy bien, congeniamos, sabemos que podemos contar cada una con la otra y al mismo tiempo sabemos dónde está nuestro sitio y respetamos el espacio personal de cada una. Es una relación construida a base de mucho trabajo por parte, principalmente de mi madre, ya que ella era la parte adulta de la relación.

    En cambio con mi padre no ha sido así. No me atrevo a decir de quién es la culpa pero si se que él como adulto no hizo ningún esfuerzo por construir unos cimientos sólidos en los que apoyar una relación padre-hijo sana. Quizás fue desconocimiento, quizás fue su enfermedad... Ya nunca lo sabré pero creo que aunque hubiera sanado, esa relación estaba torcida precisamente porque no se construyó bien desde la infancia.

    Mi familia materna nunca me ha hecho demasiado caso y ahora sé que dicen de mi que soy una desapegada y una borde con ellos. Borde no se, desapegada si que lo soy y bastante porque la verdad, para mi, aunque tengan mis genes, son perfectos desconocidos.

    Con la familia paterna si que construí algo bello desde niña pero se destruyó a raíz de la enfermedad de mi padre. Sin embargo, esos lazos que crearon conmigo desde que era un bebé no están rotos y por eso me duele pensar en esa relación malograda (cosa que no pasa con la familia materna, con la que obviamente, también comparto genes).

    Y ya por último, mi madre tiene un novio. Un novio al que he conocido ya siendo adulta y que tiene dos hijos a los que también he conocido adultos. Es una relación creada desde un prisma adulto y entre adultos. Pero esos dos hijos del novio de mi madre (mis ¿hermanastros?) han tenido a sus hijos (mis ¿sobrinastros?) cuando la relación ya estaba instaurada. He visto a sus mujeres embarazadas, he ido a conocer a esos bebés, les he regalado peluches y tonterías, les veo crecer cada día que pasa... Y ahora yo soy la adulta y creo lazos con esos niños, para los que soy su tía (o tiastra, como se prefiera) y desde luego que no comparto absolutamente ningún gen con ellos pero, sinceramente, les quiero con locura por lo que son y por la relación que se ha creado.

    Así que yo lo tengo muy claro. La filiación es claramente sentimental, es el amor lo que te hace parte de una familia, independientemente de tu origen.

    Dejada clara mi opinión ahora aparece otra disyuntiva y es que el artículo que mencionas no habla únicamente de ese amor paterno-filial hacia el niño al que crías si no de una negligencia médica que ocurrió en un lugar y que hay que investigar. Si me ocurriera a mi, buscaría a ese niño porque es necesario y justo (según mi escala de valores). Y denunciaría a los responsables de tanto dolor hasta conseguir una compensación. Porque ese caso rompe la relación sentimental creada con tu bebé, con tu niño y eso es lo que duele. Yo no sería capaz de entregar a ese bebé, por mucho que no sea mío, pero tampoco viviría tranquila sin saber en qué tipo de familia ha acabado mi bebé deseado, buscado y añorado tanto tiempo (y entendería que la otra familia afectada también tuviera esos pensamientos porque puede que yo no sea el tipo de familia ortodoxo y reglado que una familia del OPUS querría para su retoño).

    Así que el tema es muy complicado y da para mucho, como puedes ver (y sin meternos en ovodonaciones, adopciones y los valores con los que cada uno hemos crecido).

    Un abrazo :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ala! Con la tontería casi escribo un post! xD

      Eliminar
    2. Jajaja, me ha encantado tu comentario, Hobbita! Claro que sí, hay que opinar! Pues mira, creo que tienes razón en parte, la filiación es sentimental, más que genética, cuando eres adulto y construyes esas relaciones conscientemente, pero cuando conoces a tu bebé, no has tenido ninguna experiencia con él aún (más allá del embarazo) para crear ese vínculo sentimental. Lo vas construyendo día a día, y claro, lo haces independientemente de si compartes material genético o no con él. Pero el momento de reconocer a tu hijo como tuyo o no no sé si tiene algo de genético, de animal, porque ya te digo que a mí me costó.
      Respecto a la negligencia médica, es obvio que existió y que creó un perjuicio a dos familias y eso deberá aclararse y compensarse en lo posible, pero si inicias ese camino, si buscas a tu hijo genético, la relación con tu hijo adoptivo se corrompe un poco también, o no? Y qué tipo de relación tendrías con ese otro hijo? Y esos padres con tu hijo? Jo, es todo tan complicado, que yo preferiría lo de "ojos que no ven, corazón que no siente", y seguir viviendo feliz en mi ignorancia. Por ahí no hay otro hijo mío, este es el único hijo que tengo, compartamos o no genética. Es en parte como si los donantes de semen y óvulos o de embriones estuvieran presentes en la vida futura de ese niño...no sé, me cuesta entenderlo. Y no, creo que ser dueño de la mitad de la genética de un niño no te hace padre o madre.
      Pero bueno, te doy la razón en el tema es complicadísimo y espinoso y que es difícil llegar a conclusiones, así que da para largo y tendido! Un abrazo para ti también!

      Eliminar
  6. Yo soy mama y mis hijos son geneticamente míos, pero como tu dices lo sentimental puede más q la genética, si hubiera tenido un hijo por ovo o uno adoptado el sentimiento hacia el.seria el mismo q si fuese geneticamente mio

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo también lo creo, cigüeña, pero lo digo un poco desde el desconocimiento, porque mi hijo es genéticamente mío, así que no puedo hablar desde la experiencia, pero creo también que lo sentimental puede más que la genética. Un besito a tus tres soles!

      Eliminar
  7. Yo ni me planteé reconocer rasgos, soy una enamorada de los peques y ese iba a ser mas especial que ninguno porque nos unía un vínculo mas allá de los genes. Compartir una vida 24h recién nacido, verle crecer, evolucionar, uff, ya sabes, TODO.
    Filiación sentimental sin duda.
    Se que no me lo cambiaron porque no nos separaron y tiene 2 marcas de nacimiento.
    En el artículo, esos padres lo sospechaban y aunque se estaban haciendo el cuerpo a ello, no quiero imaginar lo duro que habrá sido y para los otros es que ni lo pienso.
    Lo quieres porque es tu hijo, sea biológico o no y una vez lo ves, su cara y todo él/ella se convierte en referente de ese sentimiento. Por eso a veces no es inmediato si en tu mente había una imagen distinta, creada sin intención o con ella, pasas un tiempo cambiando la imagen de referencia, eso es todo, pero el amor es el mismo.
    Yo propondría a los otros padres un intercambio progresivo. A ellos también les iba a costar.
    Iria viendo al mío genético y enamorándome de él, viendo a los otros padres igual, con el mío no genético, durante un tiempo los sentiría míos a ambos....
    Pero esos niños tendrían derecho a su identidad y acabaría aceptando el cambio, con el tiempo...
    3 meses... Porque ahora la cosa cambia, porque ya no es solo que somos sus padres, sino como el niño está acostumbrado a nosotros, ahí necesitaría media vida y el hospital tendría que pagarme una casa para ser vecina de mi otro niño!!! XD

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Creo que en tu caso, al no saber si era niño o niña, tenías menos imagen mental de tu bebé y así, te fue más fácil reconocerlo.
      Para los padres de la noticia ha debido ser durísimo, no me lo puedo ni imaginar. Tu idea de hacer el intercambio progresivamente me parece muy acertada, aunque sigo pensando en que hoy en día, no devolvería el mío aunque se demostrara que no es genéticamente mío. Renunciaría a saber de ese niño por no perder al mío. Un besote

      Eliminar
  8. Es un tema bastante complicado.... todas las opciones que planteáis son válidas...

    Para mi la solución ideal en este caso concreto, sería quedarme con los dos niños... pero claro, los otros pobres padres no se van a quedar sin ninguno.......

    MAX

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Claro, por eso, yo preferiría no hacer nada, quedarme con mi niño y que los otros padres se quedaran con el suyo. Creo que como no podría separarme de mi hijo (del que llevo criando 18 meses, aunque no fuera mío genéticamente), renunciaría al otro. Pero claro, lo ideal sería poder criarlos a los dos, pero los otros padres no creo que estuvieran de acuerdo, es más, probablemente, ellos querrían hacer lo mismo!

      Eliminar
  9. Puff, que complicado, como bien dices con la criatura que estás criando creas un vínculo muy fuerte aunque realmente no sea la tuya, pero por otro lado siempre queda la espinita de que no era tuyo... yo creo que estás cosas si no se viven ni siquiera sabemos como vamos a reaccionar porque no nos conocemos tan profundamente..

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es que creo que ese es el asunto, Anabel, yo SÉ QUE MI HIJO ES MÍO, da igual que sea genéticamente mío o no, es mi hijo y punto. Y creo que a muchas madres les pasa lo mismo con sus hijos. Pero te doy totalmente la razón en que no sabemos cómo reaccionaríamos porque no lo hemos vivido y es algo tan complicado que hasta que uno no se ve en la situación, no puede opinar realmente. Un saludo y gracias por tu comentario

      Eliminar
  10. Mis niñas son de doble donantes, y te aseguro que cada mañana, cuando sw despiertan y veo esas caritas sonriendo con legañas y algo de sueño, a mi se me vuela el.alma de.pura felicidad. Cuando asumes que vas a ovo, cuando lo asumes y los aceptas, la genetica pasa a segundo, tercer plano....hasta que queda en el.vagon de cola.

    Si a mi me pasara lo que cuentas, diria un no rotundo, porque mis hijas son eso, sin mas, MIs Hijas.

    Un beso! :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Te entiendo perfectamente, pero supongo que cuando uno lo acepta y asume desde el primer momento, es todo más sencillo; tú no le darías a nadie tus hijas porque desde el principio asumes y sabes quiénes son, pero claro, estos padres asumían que ese hijo era genéticamente suyo y luego resultó que no, eso tiene que ser más raro aún, digo yo. Pero vamos, que te entiendo perfectamente, esas niñas son tan tuyas como el mío es mío, ni más ni menos, y te dan la misma alegría que da un hijo genético (o hasta un poquito más por lo que las has deseado y luchado por ellas). Sigue disfrutando así, me encanta leerte tan feliz. Un besito a María y Alicia también!!

      Eliminar
  11. No me puedo plantear lo que dices...
    Primero porq me parece de peli de antena 3 q no pasa nunca....

    Segundo porq yo si, yo estoy gestando una hija q lleva mi adn pero no el de mi marido... y q decirte?

    Que es mucho mas complejo de lo que nunca os podreis imaginar Luli.

    Ando con muchas ganas de contar en mi blog pero no se muy bien ordenar mis ideas.

    Para nosotros es nuestra hija sin lugar a dudas.

    Mi marido y yo hicimos ese proyecto fruto del amor y sin saber que la vida nos iba a tratar tan mal.

    Con lo cual nuestra niña es la de siempre, la que soñamos juntos y la que tambièn lloramos.

    Es muy curioso pero yo no siento eso de la genetica, de alguna manera creo q tampoco lleva mi adn porq yo queria un.adn de los dos juntos.

    Para mi, mi hija es amor, proyecto, vida, pareja, sueño y dolor.

    Pero sobre todo, es lo más grande que podíamos inventar juntos ;)

    Y si, es complicado imaginar su fisico hasta que nace y si es duro muchos momentos que sobrepasan el entendimiento de una...

    Es muy complejo el tema...

    Un besazo Luli

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí que es complejo, linda, tú mejor que nadie lo sabes. Y aunque la genética no importe tanto, recuerda el dolor de aceptar que no tendríais un hijo con los genes del papá, el duelo genético antes de iniciar una ovodonación o una donación de gameto masculino existe, todas las que habéis pasado por ello, lo confirmáis, con lo cual, por mucho que nos cueste admitirlo, supongo que algo sí que nos importa. Pero vamos, estoy contigo, mi hijo es nuestro proyecto de amor, igual que la vuestra, no hay ninguna diferencia ni mi hijo va a ser más querido ni nada por el estilo. Cuando crías a un hijo, no piensas en genes, pero entiendo que hay gente para la cual la genética sí que es importante. Sin ir más lejos, mi marido nunca fue partidario de la donación ni de la adopción, siempre decía que si pese a intentarlo, no lo conseguíamos, pues que él se daría por vencido y aprendería a vivir sin hijos, pero que le daba miedo no superar ese duelo genético y pagarlo de alguna manera con el niño. Es tan complicado todo, puff, pero bueno, lo importante es que el amor sobrepasa todos esos miedos y cuando vemos a nuestros niños, no pensamos en genética, no pensamos en gametos, no pensamos en parecidos físicos, vemos lo que más amamos y amaremos en el mundo y punto final.
      Y anda, pon en orden tus pensamientos y actualiza el blog, que nos gusta leerte! Muak!

      Eliminar
  12. Luli, qué tema tan interesante y, al mismo tiempo, en muchos casos controvertido....mira, yo seré mamá gracias a una Ovodonacion en Febrero. No sé qué se siente cuando el bebé que llevas dentro se ha creado gracias a una célula propia pero si sé lo que yo siento desde el pasado 8 de Junio que fue la transferencia embrionaria. Desde el minuto cero, sentí a esos dos embrioncitos como míos, como lo más grande que hemos hecho mi marido y yo juntos. Ahora, con 5 meses ya de embarazo, cuando pienso en nuestra Gladiadora, te juro que se me olvida que para llegar a mi otra gran mujer tuvo que soportar todo lo que supone una estimulacion y punción ovárica.... Por supuesto, nunca voy a olvidar a nuestra Sabrina porque sin ella nada de esto hubiera sido posible pero según pasan los meses siento cada vez más ese vinculo invisible y tan grandioso con mi niña, esa conexión. Un amor inexplicable con palabras y que nunca antes había sentido. Por eso te digo que, aunque no puedo ni podré saber nunca qué se siente al tener un hijo con tus propios gametos, sé que mi vida cambió hace unos meses para siempre con la pequeña invitada que ahora llevo dentro, que crec día a día, que alimento, con la que tengo conversaciones muuuuuuuuuy largas (más bien monólogos jajajajajajaa) y en unos meses inundará nuestras vidas de felicidad.

    Con respecto al caso que cuentas, no me gustaría para nada verme en el pellejo de esos padres...

    Un abrazo enorme.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Inés, yo no sé qué se siente al gestar un bebé fruto de una ovodonación, pero me voy a arriesgar a opinar: creo que se siente exactamente lo mismo!! Estás embarazada, por fin, después de mucho luchar, vas a ser madre, al fin y al cabo, eso es lo que todas las infértiles soñamos, no creo que haya mucha diferencia entre gestar un niño genéticamente tuyo que de ovo o donación de gameto masculino. Y no, probablemente no sabrás qué se siente al gestar un hijo con tus gametos, al igual que yo probablemente no sabré qué se siente al gestar mellizos, por ejemplo, pero es que eso da exactamente igual, somos madres y lo demás, sobra. Disfruta mucho de los meses que te quedan de tripota y cuida mucho a tu gladiadora campeona. Un besote!

      Eliminar