Pues sí, es más que oficial. Ranita aborrece el carro. Así, sin más rodeos ni paños calientes. La escena suele ser la siguiente: visto y arreglo a Renacuajo y a Ranita, monos monísimos. Me adecento yo. Salgo a lucir a mis dos luceros por mi barrio, henchidísima de orgullo. Tres pasos después, Ranita empieza a berrear cual posesa, como si estuviera sobre una cama de faquir. La tengo que sacar y cogerla en brazos porque ni el meneo ni el chupe ni nada la calman. En brazos, el llanto dura medio segundo; ahí sí que está a gusto. En ese momento, Renacuajo considera muy apetecible salir corriendo hacia la carretera tras una moto, o subirse a una farola, o entrar a una tienda y coger cosas de los estantes o quitarle la pelota al niño de enfrente..., y ahí me veis a mí, con una mano ocupada por la niña y la otra debatiéndose entre no perder el carro o no perder al niño...
Así han sido mis intentos de salir con el carro desde que nació Ranita. Un desastre. Así que al principio, pensé en echar un fular/mochila que me habían prestado debajo del carro por si acaso, para así poder tener ambas manos libres y poder dedicar una al carro y otra al Renacuajo. Al darme cuenta de que el 99% del tiempo, paseaba un carro vacío mientras Ranita iba tan pancha en su fular, decidí que el panorama estaba claro: nuestra salvación sería el porteo.
Desde el embarazo, supe que quería portear a Ranita un poco, con el Renacuajo apenas lo hice y con Ranita me apetecía, lo que no sabía es que no me iba a quedar otra opción. Una amiga me comentó que ella tenía un fular/mochila que ya no usaba y que me podía prestar, la Caboo Carrier, así que yo, encantada. Tengo que decir que estoy muy contenta con mi Caboo, es perfecta para novatas como yo que no se atreven con nudos raros y que tienen bebés pequeñitos y hasta ahora, nos está dando muy buen resultado. Ranita va comodísima y a mí me resulta también muy agradable, no noto contracturas por el peso ni se me clava nada.
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Nuestro fular/mochila |
Inconvenientes? Pues que a Ranita le gusta tanto que no quiere otra cosa. Es más, prefiere fular a brazos. Así que me paso tooooodo el día cual mamá canguro con mi pequeña cría en su bolsa marsupial. No os negaré la parte romántica de sentir a tu bebé pegadita a ti, pero tampoco os penséis que es todo tan idílico. Al final, hago prácticamente de todo con Ranita encima: cocino, limpio, como, plancho, hago camas, voy al baño, hago la compra, me encargo del Renacuajo... Es casi como si siguiera embarazada, con todas las incomodidades que ello conlleva. ¿Otro inconveniente? Que portear en verano da muchísimo calor. Ambas sudamos la gota gorda. Intento vestirla fresquita, pero cuando hace calor, no hay nada que nos salve.
Pese a todo, en general, creo que el porteo nos está yendo muy bien. Ranita se pasa horas pegadita a su mamá y para nosotros, ha sido la panacea en muchas ocasiones. Aún no sabemos qué es un cólico, por ahora, los berrinches esporádicos incontrolables y aparentemente inexplicables se calman en el fular, me deja salir de paseo con Renacuajo, hacer mil cosas y una cierta organización y rutina.
Mi experiencia con el porteo es, por tanto, positiva en general, a nosotros nos funciona. Me encantaría poder combinar ambas cosas, carro y mochila, pero iremos viendo poco a poco. Aún no me resigno a no poder salir con el carro algunas veces. Voy dando paseos cortos y en circunstancias inmejorables (recién comida, por la mañana y sin parar el carro) con la idea de ir poco a poco aumentando los tramos de no berreo!! Pero me tengo que rendir a sus gustos y preferencias y ella, claramente, prefiere ir porteada.
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Porteando con glamour!!! |
Y vosotras, ¿porteais? ¿Le veis las mismas ventajas e inconvenientes que yo? ¿Tenéis algún consejo para mejorar nuestra experiencia con el porteo?