Todo empezó como un catarro sin más (el tercero en lo que va de otoño y de vida suya). Después de una noche horrorosa en la que no dormimos nada ninguno de los tres y en la que se levantó con fiebre, decidimos llevarlo a la pediatra, que después de auscultarlo lo confirmó: bronquiolitis, pitos en el pecho y muuuuchos mocos y le mandó paracetamol/ibuprofeno, antibiótico y el adorado Ventolín.
Al volver del médico, el pobre estaba fatal, se te partía el alma nada más de verlo así, penoso, blandito, super llorón, mimoso, con muy mala cara... Solo quería estar en brazos (y solo conmigo, a su papi ni verlo) y ni siquiera en brazos se calmaba del todo. Se acurrucaba hacia mí y se quedaba ahí pegadito a mamá como diciéndome: mamá, me duele, no puedo respirar, haz algo! Y es tan duro saber que tu hijo necesita ayuda y tú poco puedes hacer! Gracias a dios, la ciencia y la naturaleza de los niños hizo su efecto y en cuanto le fueron haciendo efecto las distintas medicinas, fue poco a poco mejorando y empezó a querer jugar un poco de nuevo y a reírse. Es raro ver a mi renacuajo tan paradito, con lo activo que es él, nunca quiere demasiados mimos ni tiene mamitis, pero esas horas fue todo lo contrario, lo que hace estar malito!
Las primeras veces, las medicinas costaron un poco, no quería abrir la boca, cuando se las conseguíamos dar, vomitaba...hasta que probamos los supositorios de paracetamol...mano de santo! A él no le molestó nada que se lo pusiera y empezó a hacerle efecto y genial, y claro, al estar mejor, toleró mucho mejor que le diéramos el resto de medicinas. Con la tos aún seguimos lidiando y lo peor es que, entre que no tiene demasiada hambre por estar malo y que cuando le da un ataque de tos después de comer, lo vomita todo, lleva unos días en los que casi no come. Además, tampoco quiere pecho, porque al intentar mamar, se ahoga, así que las noches están siendo infernales, porque si antes se despertaba mil veces pero se calmaba al pecho, ahora ni con esas! :( Parece que estas últimas noches la cosa está mejorando algo porque está volviendo a querer pecho, pero no lo coge con tantas ganas....no sé, habrá que esperar.
El martes tenemos que volver a la pediatra, a ver cómo lo ve, pero está bastante mejor, se le nota, a ver si se le termina de quitar del todo al pobre, que no me gusta nada verlo malito (y lo que me queda cuando empiece la guardería!!!!)