lunes, 26 de octubre de 2015

Y de repente, el globo explota

Hay momentos en tu vida en que crees que has llegado a la meta. Tienes un trabajo que te gusta, una pareja que te tiene enamorada, un sueldo que te da para llegar a fin de mes, un hogar, una familia, una rutina y una seguridad. Te ves feliz, plena, satisfecha, estable....y de repente, como un etéreo globo que flota apaciblemente, tu vida llega a una puntiaguda y diminuta esquina y booom! De repente, todo explota, se desmorona, se aniquila. Y toca replantearte todo de nuevo, desde cero.

De repente, después de llevar años lejos de mi tierra, de haberme planteado y aceptado de buen grado mi vida en el secanal, lejos de la familia, de haberme hipotecado de por vida en un piso, haber echado raíces que creía que serían duraderas...de repente, una llamada lo cambia todo. Una oferta de trabajo para Mr. Sapo a 600 km. En nuestra tierra, cerca de tierraparaíso2 y a la mitad de camino de tierraparaíso. En una ciudad estupenda rodeados de familia. A una hora del mar. De nuestro querido mar. Un buen trabajo que jamás pensamos que sería posible, que nunca contemplamos como una posibilidad real. Y de repente, el globo de la rutina, de la estabilidad, explota. Y toca empezar de cero de nuevo, sin tiempo para reflexionar demasiado. Con un par de maletas y muchas dudas. Pero también con ganas. De repente, todo cambia, toca empezar de cero, con muchos miedos y con una pereza enorme, pero también con ilusión por inflar el globo de nuevo y ver cómo vuelve a flotar.

Y después de años luchando contra la infertilidad, somos padres, lo logramos. Llegamos a la meta e inflamos nuestro globo. Y el globo flota suave, despacio, saboreando cada cm cuadrado de aire. Y de repente, la esquinita maldita aparece de nuevo, entre cajas de mudanza, estrés incontrolable, cambios de guardería y caos por doquier. De repente una corriente de aire mueve el globo y ya es inevitable, empiezas a olvidar lo que te costó inflarlo, empiezas a perder la cordura, el seso y la coherencia. No importa nada, la fuga de aire ya es imparable. Y explota. Boom. Y ya es incontenible. Queremos ser padres de nuevo. Quiero volver a sentir dentro de mí la vida crecer. Quiero que el renacuajo tenga un hermano/a. Queremos volver a ser padres. Y esta vez, no habrá cortinas de humo para tapar el dolor, para ocultar el fracaso. No quiero ocultarme, no me importa compartir mis meses o años de esperas y frustraciones. No quiero llegar un día y decir: estoy embarazada! y que parezca que lo he conseguido a la primera. No, sé que el camino es duro y que puede ser muy largo. Sé que puede que nunca lleguemos. Pero también sé que vais a estar ahí a mi lado para apoyarme y entenderme, para llorar conmigo cuando haga falta y para inflar poco a poco ese globo de la vida de nuevo. Si de este viaje juntas podemos aprender algo, genial. Si no, me reconozco afortunada por tener todo lo que tengo, valorando lo realmente importante por encima de todo, no me dejéis olvidarlo nunca!


Así que entre mis próximas entradas, se mezclarán de nuevo temas sobre ovulación, ácido fólico, dieta preconceptiva, esperas que desesperan, visitas ginecológicas...además de seguir dándoos la tabarra con las distintas monerías de mi renacuajo y con alguna que otra idea descabellada que se me ocurra en algún momento de hiperactividad hormonal! ;) Vuelvo a ser una buscona!!! ;) ¿Me acompañáis en este nuevo camino? ¿Queréis volver a inflar los globos de mi vida conmigo?